22 de enero de 2011

Negras Cerezas (Anécdota de una caída)



Negras cerezas
caen a mi boca glotona.
Las manos manchadas ensucian mi cuerpo.
Las muevo, bailotean en el aire.
Mis pies siguen el ritmo de una muda danza.
Levanto la mirada
y negras cerezas me sonríen.
Río como una chiquilla y bailoteo.
Entre las negras cerezas una inquieta luz se filtra.
Me encandila, pierdo el equilibrio.
Mis pies descalzos sienten espinillas
y resbalo entre negras cerezas aplastadas.


Duele.


De cara al cielo oigo gemidos
de mi boca glotona manchada con frutas.
Negras cerezas
caen desde un árbol extraño.
En mi garganta se atoran y me asfixio.
Muevo las manos manchadas.
La luz me enceguece.
Un grito ahogado se escapa de mi garganta invadida.
Frías lágrimas refrescan mi rostro encendido.


Golpecitos.
Negras cerezas
caen a mi garganta asfixiada.
Las manos manchadas se hunden entre cerezas aplastadas.
Se niegan a moverse, al igual que mis pies.
Entrecierro los ojos.
Negras cerezas me sonríen.



Hermosos recuerdos venenosos.

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